Las Amapolas son una serie de vistosas y atractivas flores que incluyen un número de especies silvestres que podemos encontradas de manera individual o en grandes grupos.
Se encuentran disponibles en muchos colores que van desde el blanco, el rojo, al azul, a pesar de que las amapolas de color rojo y naranja son las más solicitadas normalmente.
El centro de la flor tiene un espiral de estambres rodeados de una taza recogida en forma de cuenco de cinco y cincuenta y seis pétalos. Antes de la floración, los pétalos se arrugan en un capullo.
A medida que la floración llega a su término, los pétalos a menudo se vuelven planos antes de caer al suelo.
Un poco de historia
Las flores de la amapola han sido utilizadas como un símbolo tanto de sueño como la muerte. Se encuentran asociadas con el sueño a causa de que se habitualmente extrae el opio de ellas, y la muerte debido a su color por lo general de color rojo sangre.
En los mitos griegos y romanos, las amapolas fueron utilizadas como ofrendas a los muertos. Hoy en día, las flores de amapola se utilizan como emblemas en las lápidas para simbolizar sueño eterno.
Las flores de la amapola de la época de los tiempos de guerra, eran las amapolas de color rojo. Las amapolas son una mala hierba común en Europa y se encuentran en muchos lugares, incluyendo los campos históricos de Flandes.
Se decía que las flores de amapola eran tan resistentes que surgían incluso en los campos de batalla devastados por la guerra. Después de la batalla, particularmente perjudicial en Flandes, la aparición de campos de amapola llegó a convertirse en símbolo de la vida de los muertos honrados.
Cultivando amapolas
Hay una amplia variedad de amapolas anuales y perennes que son muy agradables para tenerlas en un jardín. Con estar en pleno sol y contar con un suelo bien drenado, las amapolas crecen muy bien. Una vez plantadas tus amapolas, deja fraguar la semilla, esta planta se abrirá por aquí y por allá, aparentemente para siempre (las semillas son muy longevas).
Algunos consejos para el cultivo de las amapolas y otras plantas, es asegurarse de que cumpla con los requisitos de sol que requieren.
Demasiada sombra puede obstaculizar el crecimiento y dar lugar a plantas atrofiadas o muertas. Si no se cuenta con un suelo bien drenado se pudren las raíces, por lo que es necesario asegurarse de que el agua no se estanque alrededor de las flores.
Hay híbridos de la amapola perenne que sus flores duran mucho más tiempo. Las primeras flores aparecen generalmente en junio, con una flor individual con frecuencia duradera durante 18 días. Un macizo puede permanecer en la flor de cuatro a seis semanas. El grupo entonces revive con nuevas hojas y una segunda floración de julio a septiembre.
Los colores van del blanco al rosa, rojo, carmesí, y de un color naranja llamativo.
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